¿Cuál es la potencia real de un amplificador? Con el fin de presentar valores cada vez mayores, los fabricantes de sistemas de sonido "descubrieron" que haciendo especificaciones en unidades diferentes, pueden aumentar los valores y con ello dar la falsa impresión de que su aparato es más potente que el del competidor.
Si en lugar de indicar la potencia de su sistema en valores "reales", un fabricante lo hace por el valor de pico, simplemente se multiplicará por 2 el número indicado, y si lo hace por el valor pico a pico, se multiplicará por 4!
Así, un simple amplificador de coche con 10 vatios por canal se convierte en un poderoso amplificador estéreo de 80 vatios, si se indica su potencia en términos de valores pico a pico.
10 watts por canal "reales" o 80 watts de pico en los dos significan en el fondo la misma cantidad de sonido, pero por supuesto que los 80 watts "venden" mucho más que sólo 10!
Alertamos entonces a nuestros lectores a la necesidad de no sólo observar el valor de la potencia en sí, sino la forma en que se especifica, es decir, su unidad.
Hay varias formas de especificar la potencia de un amplificador, que lleva a resultados o valores diferentes para un mismo aparato, como se indica a continuación:
a) POTENCIA "REAL" O RMS
El valor RMS (raíz cuadrática cuadrada) o el valor cuadrático, expresa la potencia que efectivamente es entregada por el amplificador a una carga, para una señal que varía de intensidad.
Para medir el valor medio cuadrático de la potencia, o potencia RMS, conectamos a la entrada del amplificador un generador de señales senoidales a 1 kHz hasta que sature la entrada (excitación máxima) y medimos en una carga resistiva colocada a la salida la tensión RMS que aparece sobre la salida de la misma. Entonces aplicamos la expresión:
P = V2 / R
Donde P será la potencia RMS en watts, R la resistencia de carga en ohms y V la tensión RMS medida.
Para una señal senoidal, podemos decir que esta potencia corresponde al área comprendida bajo la sinusoide, como muestra la figura 1.
b) POTENCIA IHF
La potencia IHF es proporcionada por el amplificador por intervalos cortos de tiempo, alcanzando un punto máximo que se tiene en cuenta. Podemos partir de la propia fuente de alimentación para explicar cómo se especifica esta potencia.
En un amplificador existe una fuente, que en ausencia de carga tiene su condensador cargado con una determinada tensión máxima.
Cuando la alimentación es solicitada en los picos de señal, la tensión cae en el condensador, pero no instantáneamente: tarda un cierto tiempo y mientras, el circuito es al mismo tiempo.
c) POTENCIA DE PICO O MUSICAL
Esta potencia también tiene en cuenta la carga del capacitor de la fuente, pero en un intervalo de tiempo muy corto.
A partir de una carga completa, cuando el capacitor se encuentra prácticamente cargado con la tensión de pico del secundario del transformador, y se le pide que proporcione energía al amplificador, este capacitor, por un corto intervalo de tiempo puede mantener en el circuito la tensión de pico .
Con eso, tenemos por una fracción de segundo una potencia mucho más alta que la RMS cuando se considera una tensión media, llevando a una especificación de valores mucho más altos.
Teniendo en cuenta que la música realmente está formada por picos de señal, el Instituto de Alta Fidelidad de los Estados Unidos adopta esta especificación de potencia musical o "peak power" que corresponde al doble de la potencia RMS.
Un amplificador que tiene 10 watts RMS al ser especificado en términos de vatios de pico pasará a tener 20 watts.
Y claro que, en todos los casos, la potencia es la misma. Sólo cambia la forma en que se especifica.
CONCLUSIÓN
No son pocos los lectores que se engañan con la falsa idea de que la calidad de un amplificador está en su potencia. Muchos incluso compran (a peso de oro) amplificadores con potencias mucho más grandes que la que necesitan o pueden usar.
Un amplificador de 100 watts en una habitación de 12 metros cuadrados nunca podrá tener su volumen totalmente abierto, lo que significa que, llevándolo a la mitad, nunca podrá suministrar más de 25 watts (la respuesta es Logarítmica 1/2 volumen = 1 / 4 de la potencia), desperdiciando los otros 75 watts (que no cuestan barato!).
Incluso en un coche, amplificadores de 100 watts, además de no corresponder a la realidad, pues se trata de una potencia pico a pico (que a veces multiplica el valor real por 4) no puede ser usado a todo volumen sin distorsión o sin que se que es desagradable.
Se paga por el exceso que no se utiliza. Lo que vale para la calidad de un sistema es su curva de respuesta dentro del rango de potencia que efectivamente vamos a usar.
Y, para ambientes normales, hasta 20 o 30 m2, una potencia de 50 watts ya es más que suficiente para tener buena audición, a menos que todos sean sordos o pretendan serlo pronto.
Un interesante estudio hecho por autoridades del ejército sueco en la convocatoria de jóvenes para el servicio militar reveló que todos estaban con su audición sensiblemente afectada, con fuerte reducción de capacidad. El motivo quedó claro, en el exceso de volumen con que ellos suelen escuchar sus equipos de sonido.