Un tema en discusión permanente es lo que implica la transmisión de energía sin usar cables. Ya hemos discutido este tema en otros artículos de nuestro sitio, en un enfoque más técnico.

   Sin embargo, el tema está siempre al alza y muchas tecnologías están siendo tentadas para conseguir enviar energía inalámbrica, pero los resultados obtenidos sólo son satisfactorios para aplicación a cortas distancias, como cargadores de celulares y otras.

   La tecnología para enviar grandes cantidades de energía a largas distancias inalámbricas implica muchos problemas técnicos.

   Ella ya nos libró de la infinidad de hilos que se embarcaban detrás de nuestras computadoras, impresoras, módems y todo lo demás. Ahora es todo sin hilos, la tecnología de la radio. Sin embargo, esta tecnología aún no nos ha librado de los cables que cargan energía para que estos equipos funcionen. Será el siguiente paso.

   El gran problema está en el hecho de que para transmitir informaciones o datos, como ocurre en el caso de los ordenadores y sus periféricos, no necesitamos mucha potencia. Algunos milésimos de watt son suficientes para cubrir algunos metros. Esto no ocurre con la energía eléctrica que alimenta aparatos, cuando necesitamos transmitir decenas, cientos o miles de watts.

   La densidad de la transmisión pone en peligro también a las personas cercanas que están sujetas a campos peligrosos para la salud. Tesla fue uno de los primeros que pensó en usar ondas producidas por sus poderosas bobinas de alta tensión para esparcir energía inalámbrica por todo el mundo, pero se encontró con problemas técnicos y financieros infranqueables.

   Arthur Clarke fue otro que imaginó la transmisión de energía a través de haces de LASER en su libro Las Fuentes del Paraíso, proceso que hoy en día está más cerca de hacerse viable. Así, ya existen varias tecnologías que ya se pueden utilizar en pequeña escala para transmitir energía inalámbrica.

   Por ejemplo, tenemos sistemas que cargan los teléfonos móviles sin necesidad de conectores. Apoyando el celular sobre una base especial transfiere energía a su batería a través de un campo magnético.

   Microondas y LASER ya han sido probados para transmitir energía a satélites e incluso existe un plano audaz de la NASA que consiste en colocar en órbita de la tierra gigantescos paneles solares que concentrarían la energía en haces de LASER que serían enviados a la tierra. En una escala menor, todavía tenemos muchas dificultades por los procesos actuales disponibles. Mucha energía significa campos eléctricos y magnéticos intensos en la transmisión y estar inmersos en ellos dentro de nuestras casas cuando alimentamos nuestros equipos es un problema que aún no ha sido resuelto.

   Tal vez en los próximos años como acabaron los hilos de teléfono, módem, etc. también dejen de existir las tomas en las paredes.

 

(*) Este artículo fue originalmente publicado en 2012 en la revista Novitá, pero el tema sigue siendo actual. Hicimos actualizaciones en 2018.

 

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